Alli se levantan, lejanas y gradiosas.
Pedantes y pagadas de si mismas...demasiado.
Las despedidas forman sus goznes.
Una mujer de entre unos cuarenta y unos cincuenta
camina decidida.
A mi lado, él la mira fijamente.
Sus ojos reflejan gozo a la par q tristeza,
pero su rostro permanece impasible.
Los puños cerrados con fuerza.
-Diez mil días en el infierno son más q suficientes.-
su voz es poco más q un susurro.
Tres pares de ojos q son uno la observan desde el otro
lado.
El gesto de ella no es sumiso como cabria esperar.
Es el de quien mira a alguien de igual a igual.
Y con la voz de quien tiene el derecho de exigir…
las reclama…
-Ha llegado la hora. MI hora!. Dámelas!.
Dame mis alas.
De repente todo es luz.
De mis ojos brotan lagrimas de orgullo.
Diez mil días…diez mil días.
Él no derrama una sola, pues no son
mías, sino suyas, todas y cada una de ellas.
Nosotros, los q le escuchamos derramaremos
sus lagrimas por él.
Es su regalo para ella.
Sin gesto alguno la delgada figura se gira y se
pierde en la oscuridad.
Y los q le escuchamos permaneceremos a su
lado, para q su tristeza nos atraviese con cada
una de sus notas.
10.000 days in the FIRE is long enough.
Give me my wings.
2 comments:
Es increíble como algunas canciones te hacen sentir tan intensamente. Ojalá con una sóla de las cosas que yo haga, consiga algún día transmitir a alguien tanto! Me sentiría afortunada...
Has vuelto a este tema que resulta familiar. Haces bien, vuelve a él tantas veces como necesites. Yo guardo al sr cactus en una bonita caja ^__^
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